La investigación de los psicólogos muestra como los smartphones afectan a nuestra salud y bienestar (DIS)CONNECTED

Apple introdujo su iPhone en 2007 y el mundo nunca ha sido el mismo. Aunque el iPhone no era el primer "smartphone" habilitado para Internet, su tecnología de pantalla táctil y la librería de aplicaciones incorporadas hicieron la primera para ganar el atractivo del mercado masivo, y esto desató una revolución. Ahora, los dispositivos móviles inalámbricos han encontrado su camino en millones de bolsillos, funcionando no sólo como teléfonos, sino como navegadores de Internet, servicios de mensajería, calendarios, cámaras, despertadores, mapas de carreteras y reproductores de vídeo. Por 2015, el 72 por ciento de los adultos estadounidenses reportó poseer un smartphone, según un estudio del Pew Research Center (Pew, 2016). Los smartphones indudablemente hacen nuestras vidas más fáciles, dice Elizabeth Dunn, PhD, profesora de Psicología de la Universidad de British Columbia, quien estudia las maneras en que la tecnología móvil puede apoyar o socavar el bienestar. "tener toda la tienda de conocimiento humano al alcance de la mano es muy útil", bromea. Pero puede haber ventajas para esa conveniencia. La tecnología móvil también tiene el poder de influir negativamente en nuestra salud y felicidad, dice. "nuestro laboratorio ha ido en busca de profesionales, pero en general seguimos encontrando convictos." En su peor momento, la investigación encuentra que los smartphones pueden estropear nuestro sueño, estresarnos y monopolizar nuestra atención. Pero la psicología puede tener la clave para ayudar a la gente a tomar el control de esta tecnología para prevenir tales efectos negativos e incluso mejorar nuestro bienestar. Los desarrolladores de tecnología no están en el negocio de promover el bienestar, dice Dunn, pero eso sí cae bajo el ámbito de la psicología. "Creo que tenemos que dedicar mucha más atención a esto", dice.