Psicología Social: interacción, relación e influencia

La panorámica precedente ha mostrado una cierta coincidencia en el comportamiento interpersonal y la influencia como focos de interés de la Psicología Social (PS). Munné (1986) resume y aclara: «el comportamiento interpersonal implica formalmente una relación y conductualmente una interacción, y todo ello produce unos efectos que podríamos calificar de interinfluencia» (pág. 211).
Las distintas formas y niveles de interacción real serían el tema conductual de interés de la PS. La relación interpersonal constituiría la matriz «estructural» preexistente que modularía simbólica y afectivamente la interacción actual. Y como consecuencia de ambas -relación posibilitadora e interacción real-, se produciría un conjunto de formas de influencia objeto también de interés del campo como efectos «materiales» de la interacción. Simplificando: la relación interpersonal genera interacción que, en fin, genera influencia. Los tres elementos así ordenados (que pueden darse en otro orden secuencial: influencia-interacción-relación, por ejemplo) son centro de interés de la PS. Y las distintas orientaciones teóricas «llenarían» de contenido explicativo las tres categorías nucleares. Así, para un socio-cognitivista la interacción es, básicamente, intercambio de información; para un conductista, una serie de secuencias de refuerzos y recompensas; para un partidario de la teoría del intercambio social, un trueque de costos y beneficios.
Es obvio que, desde el punto de vista aplicado, es la influencia (e interinfluencia) el fenómeno de mayor interés directo. La definición del campo propuesta por Gordon Allport (1968) puede ayudarnos a aclarar los planos o las formas de interinfluencia. Para el autor, la PS sería «el intento de comprender y explicar cómo el pensamiento, los sentimientos o la conducta de los individuos están influidos por la presencia real, imaginada o implícita de otras personas». La definición explicita, en efecto, tres planos de interacción e influencia social:
- Material: la interacción real entre dos personas que se encuentran, por ejemplo.
- Imaginario o simbólico: presente, por ejemplo, en las percepciones del mundo o de otros o en las expectativas sobre el comportamiento de los demás.
- Implícito: el derivado de la posición del sujeto en una estructura social compleja y como miembro de un colectivo cultural en la medida en que ésas (posición social y pautas culturales) son normas sociales «operativas»; esto es, en la medida en que son conocidas y/o aceptadas por los sujetos interactuantes con lo que influyen implícitamente sobre su conducta e interacción con otros.
Se aclaran, pues, ahí -desde una visión reconocidamente individualista- tanto el plano material o conductual (la interacción real) como el simbólico-perceptivo, que, a través de expectativas o normas interiorizadas, «incorpora» a su vez el tercer plano (sociológico y evolutivo), la estructura social, evolutivamente «introyectada» en la interacción actual.
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